Si hay algo a tener en cuenta es que NO debemos tratar de “entender” por qué Dios permite, hace o dice algunas cosas. Dios sabe mejor que nadie que es lo bueno para nosotros y tiene completa autoridad como nuestro Padre de mover fichas en nuestras vidas que seguro conducen a bendición aunque en el momento no lo veamos así.
Isaías 55:9b mis pensamientos son más altos que vuestros pensamientos.
Y es que es durante el proceso, durante la prueba, cuando más tratamos de entender las razones por la cual Dios permite alguna situación difícil. Muchas veces cometemos el error de preguntar “por qué”, este error de pensar “es que si Dios no hubiese permitido esto”, y el error de aferrarnos a nuestra idea de lo que “es mejor” y es ahí donde empezamos a fallar, donde dejamos de confiar en un Dios que tiene cuidado de nosotros, es ahí donde nuestra fe se debilita, lo que nos conduce en algunas ocasiones a desobedecer lo que Dios habla en ese proceso o prueba.
El proceso no hay que entenderlo, la prueba no hay que entenderla, lo que debemos hacer es aceptarla y pasarla.
Ese tipo de situaciones difíciles que en ocasiones atravesamos son usadas por Dios como un tratamiento donde pule aquello que quiere que trabajemos y donde Él quiere que seamos obedientes a su palabra.
Hebreos 5:8 y aunque era hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia.
Este es nuestro gran ejemplo JESUS, quien ha padecido más que El?, que fue humillado y crucificado. Jesús vivió un proceso para salvarnos y dice la palabra “por lo que padeció aprendió la obediencia” aunque era el hijo de Dios.
Hay pruebas que llegan a nuestra vida para que aprendamos a obedecer, por ejemplo hay cosas en nuestra vida que Dios nos pide dejar puede ser algo material, alguna emoción o incluso una persona, una relación, una amistad, algo que queremos y seguro no entendemos la razón por la cual debemos dejarlo pero aunque no lo entendamos debemos obedecerlo y podemos tal vez pedirle a Dios como Jesús “que pase de nosotros esta copa” podemos decir “Dios no saques esto de mi vida” pero lo que debe suceder es la voluntad de Dios y El espera que estemos dispuestos a aceptarlo y a obedecerlo.
Dios premia la obediencia, tal vez no vemos un panorama claro, no entendemos porque no se abren puertas o porque nos sucede algo negativo. Pero no es nuestra tarea entender, nuestra tarea es aceptar, aprender y obedecer, cuando hacemos esto Dios se agrada de nosotros y nos bendice. Ahora, no se trata de obedecer para recibir algo a cambio, se trata de obedecer convencidos y confiados que el plan de Dios es perfecto, que si Él nos envía una prueba es porque está tratando algo en nosotros que será para bien. Se trata de obedecer genuinamente porque amamos a nuestro Señor y queremos agradarlo.
En Deuteronomio 28 encontramos un pasaje donde nos habla de las bendiciones por la obediencia pero insisto en una obediencia genuina, del corazón, con convicción, no esperando un beneficio sino porque creemos en un Dios que no se equivoca.
Una Pregunta para meditar:
Te detienes a preguntar a Dios el «Por Que» de las cosas o te llenas de FE sabiendo que el obrará para bien en medio de cualquier situación?
Un ejercicio para ti:
Esta semana revisa, recuerda sobre que cosas o situaciones debes tomar decisiones que sabes que son lo correcto delante de Dios, pero que no las tomas o procedes porque aun estan tus emociones y deseos involucrados o tu conveniencia. Anotalo, ORA sobre eso y toma esa DECISION!
Dios te bendiga,
Eyleen Clavijo
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Hola Stephanie!! asi es, cuando actuamos bajo nuestra propia opinión como tu dices extendemos el proceso. En cualquier situacion debemos tener el gozo del Señor porque confiamos plenamente en que tenemos un Dios que es todopoderoso!!!!
Bendiciones, te envio un abrazo!
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Estan cierto todo lo que dices; cuando vivimos el proceso nos volvemos tercos y obtinados olvidando el proposito de Dios para nuestras vidas y lo que hacemos es entorpecer y extender el proceso. Como me dice mi madre hay que vivir el proceso y la prueba con gozo y de corazon aceptando y obedeciendo la voluntad de Dios ante todas las cosas.
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